Pero, ¿a qué edad es conveniente retirarlo para evitar estos problemas?
Es precisamente en este punto donde surgen algunas discrepancias entre los expertos. Mientras algunos mantienen que es recomendable su retirada antes de los dos años de edad, la Sociedad Española de Odontopediatría afirma que el chupete no produce malformaciones dentales si se abandona antes de los tres años.
Mi hermano mayor usó chupete hasta los cuatro años, lo que le produjo una leve malformación en el paladar. Y aunque mi madre había intentado en innumerables ocasiones retirárselo utilizando diferentes procedimientos, siempre volvía el chupete a su boca. Sin lugar a dudas, el "pipo" (como él lo llamaba) y mi hermano eran inseparables.
Tras cuatro años de relación, mi madre consiguió romperla definitivamente. Y aunque pareciera terrible, tengo que decir que el adiós no fue traumático.
Mi madre como en otras ocasiones le explicó que el chupete era para los bebés y que él ya era un niño mayor, por lo que no debía usarlo.
A continuación, mi madre le cogió de la mano y se dirigieron hacia el baño.
Una vez allí, le dijo que lanzase el chupete al inodoro y que cuando estuviese preparado para despedirse de él, tirase de la cadena. Le contó que el chupete iría viajando por las tuberías, luego seguramente seguiría su peculiar peregrinaje por alguna de las acequias que bañan la huerta de Alboraya hasta salir por el barranco del Carraixet al inmenso mar.
Tras contarle esta historia, mi hermano convencido de lo que iba a hacer, tiró de la cadena.
No sé qué clase de aventuras se imaginaría mi hermano que protagonizaría su "pipo", pero nunca más volvió a usar chupete.
Los ecologistas clamarían al cielo si todos los niños tirasen su chupete al inodoro. Afortunadamente, son innumerables los recursos e historias que se utilizan para facilitar la retirada del apreciado "tete".
Como curiosidad, os contaré la original tradición de los árboles de chupetes del parque Skansen de Estocolmo.
Allí, cuando se acerca la edad de retirarlo, los niños acompañados de sus padres acuden a este parque para regalarle a un árbol su chupete.
Todo empezó hace más de dos décadas, cuando a algún niño perdió su chupete en el parque. Fue entonces cuando un encargado de la limpieza colgó el chupete de la rama de un frondoso árbol para que en el caso de acudir algún familiar en su busca lo encontrase fácilmente.
Desde entonces miles de niños cuelgan sus queridos chupetes en los árboles, dando lugar a un sorprendente paisaje multicolor.